En la impunidad fosas localizadas en Playa Vicente

Pedro Palestino

Playa Vicente, Ver. La Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE) no avanza en las investigaciones del hallazgo de las fosas clandestinas en dos ranchos ganaderos de Playa Vicente descubiertas desde hace tres meses.

Pobladores de ese municipio que buscan a sus seres queridos desaparecidos afirman que las autoridades ministeriales ni siquiera han llamado a declarar a Humberto Andrade Salim, dueño de los predios donde se encontraron restos humanos.

Los deudos reclamaron resultados a la Fiscal, Verónica Hernández, pues el ganadero pasea por toda la población como si nada hubiera pasado, mientras que ellos están desesperados por saber si ahí están los cuerpos de sus consanguíneos.

Se trata de habitantes de Playa Vicente, Isla, Rodríguez Clara y Sochiapan quienes denunciaron la nula investigación desde el 6 de marzo de este 2020, cuando detectaron la fosa.

Los afectados aseguran que no encuentran otra explicación más que la sospecha de que Andrade Salim, alias Cacahuate, esté en contubernio con Juan Alberto Rivera Hernández, encargado del despacho de la Fiscalía General del Estado en Cosamaloapan.

Los ciudadanos pidieron ayuda a los medios del sur del estado para que escuchen sus voces y así termine la impunidad que dicen, impera en esa región.

Recordaron que todo el pueblo sabe que Andrade Salim es dueño del Rancho de la Ganadera y el rancho San Ángel en donde detectaran dos fosas clandestinas con un indeterminado número de personas asesinadas e inhumadas.

Según notas de esas fechas, las autoridades policiales achacan esos cementerios a un grupo delictivo de la región cuyos integrantes permanecen como prófugos de la justicia.

Ante esto, los familiares exigieron una explicación del porqué Andrade Salim vive tranquilamente en Playa Vicente en sus actividades empresariales, sin que nadie siquiera lo llame como testigo.

Después de la aparición de los ranchos llenos de fosas con cadáveres en sus propiedades, su padre, el ganadero Humberto Andrade Ahjua, Taralila, dio la cara y afirmó que nada sabía sobre la presencia de esas fosas en sus predios.

Negó tener alguna relación con la delincuencia, incluso, dijo que esos predios estaban abandonados y era raro que alguien o algún caporal arribara a visitarlos.