Médicos cubanos ¿De vacaciones o la salvación en Veracruz? Columna: Pájaros en el Alambre

Rodrigo Barranco Déctor

Veracruz, Ver. El ayuntamiento de Minatitlán anunció con bombo y platillo la llegada de médicos cubanos enviados a reforzar las acciones para combatir el COVID19 en esa localidad. Como muestra, publicó una serie de fotografías de los isleños sentados en un aula, todos con cubrebocas, juntos, apretados.

Como los ve en la foto, sin entrar a la línea de batalla, así se la han pasado, por casi dos semanas, los 150 trabajadores de la salud de ese país, que Andrés Manuel López Obrador mandó a Veracruz, ante la creciente curva de contagios de coronavirus que ya reporta, hasta el miércoles, 4 mil 364 infectados con 667 muertos.

Mientras médicos locales tienen que comprar su equipo, ellos andan en talleres y paseando en un autobús turístico que los llevan a sus hospitales asignados sólo de 8 a 14 horas, de ahí, los regresan, en el caso del puerto, al Centro de Raqueta de Leyes de Reforma, en donde están viviendo.

A todos esos insumos, agreguen la seguridad que tienen para que no escapen, pues es sabido que en otros países algunos optan por migrar y no regresar a Cuba.

El gobierno del estado los distribuyó en municipios como Poza Rica, Minatitlán, Boca del Río y el Hospital Regional de Veracruz, en ninguno han entrado a combatir el COVID19, que los están capacitado, según.

Nada contra los cubanos, no me importa que sean de Francia, Italia, Rusia Chinos, pero es pagado con dinero público, mientras médicos de Veracruz mueren infectados, algunos, siquiera sin tener seguridad social....

Doctores de todas esas localidades han hablado con este reportero para denunciar que los cubanos llegan bajo estrictas medidas de seguridad, y los meten a aulas y de ahí no salen toda la mañana hasta que es hora de irse.

Claro, con justa razón, el cuerpo de trabajadores de la salud en el estado está muy molesto pues mientras ellos gastan sus precarios salarios en comprar su propio equipo de protección, el gobierno federal gasta en un grupo de 150 personas que, a casi dos semanas, no han servido para nada en el combate a la pandemia.

Los médicos mexicanos declinaron hablar de manera pública sobre estos atropellos pues temen perder su trabajo en medio de una de las peores crisis económicas mundiales.