Una mujer pidió comida para sus hijos, recibió más de lo que necesitaba, y el resto lo regaló entre desempleados

Ignacio Carvajal/Liberal del Sur 

Iris Beltrán es una mujer del sur de Veracruz que el lunes pasado pidió ayuda para alimentar a sus hijos pues las últimas raciones de sopa se le habían agotado.

Ella y su esposo se quedaron sin trabajo por el COVID-19 en Coatzacoalcos, ciudad del sur de México (280 mil personas) que desde hace tres años está sumida en crisis de falta de trabajo e inseguridad ocasionada por la guerra de las drogas entre el Cártel de Jalisco y Los Zetas. 

En agosto del 2019 criminales lanzaron fuego a un bar en represalia porque los dueños no querían pagar una extorsión mensual, y hubo 30 muertos por el atentado; en abril del 2016, una planta industrial explotó en Coatzacoalcos, con saldo de otros 35 muertos y una crisis de desempleo que no se puede superar. 

Por falta de trabajo, el esposo de Iris se tuvo que ir hace varios días a trabajar lejos de su familia y no ha podido mandar dinero para los alimentos. 

Desesperada, Iris vio que en su estufa solo había cazuelas vacías, tortillas frías y  aire en las alacenas, en su cuarto, los niños llorando por el hambre, y faltaban algunos días para que llegara el salario de papá.  

El apoyo que pidió en redes sociales para darle de comer a sus pequeños unos cuantos días superó las expectativas, los hombres y mujeres de Coatza y de otros lugares llevaron huevos, carne, queso, leche, cereal, verduras y consumibles para el hogar.

De pronto se quedó sin espacio para almacenar tantas cosas que llegaron por el apoyo, y vio que a su alrededor había más personas pobres pasando hambre por el desempleo en Coatza, una ciudad que desde hace tres años es gobernada por el partido Morena, que en elecciones ofreció una mejor esperanza de vida a sus ciudadanos, la cual no ha llegado.

Iris recicló algunas bolsas y regaló la verdura, la carne y el pollo fresco que corría más riesgo de echarse a perder, solo se quedó con lo necesario para  afrontar el mal momento. 

"Me siento muy bien, satisfecha, ahora donaré una parte de lo que me dieron como bendiciones", dijo. Acá, para conocimiento de los que la ayudaron,  se dejan algunas fotos de las entregas que hizo.