El rival a modo

17/02/2021

Por: Rodrigo Barranco Déctor

Medellín de Bravo, Ver. El equipo del candidato a la alcaldía de Veracruz del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez acusó de manera tajante que, en el pasado proceso interno del partido hubo un contubernio entre la familia Rementería y Morena, para sacar al yunismo de toda posibilidad de competir el 6 de junio de este 2020.

Es sano darle todo el beneficio de la duda al diputado local con licencia, Bingen Rementería Molina. Es joven y no tendríamos porqué pensar que hizo un pacto en lo oscurito con el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez para descarrilar las intenciones de Miguel.

Lo que no puede negar el hijo del senador de la república, Julen Rementería del Puerto, es que había una inclinación de los morenistas y sus simpatizantes, porque fuera él, y no Yunes, el abanderado panista a la alcaldía del puerto jarocho.

Tal vez, Bingen no se dio cuenta, pero en el llamado círculo rojo de la política local era un descaro como los operadores de la administración estatal estaban en su apoyo.

Un ejemplo, el albazo que dio el Tribunal Electoral del Estado de Veracruz, para que más de 400 nuevos militantes pudieran votar ese domingo, pese a que no tenían más de un año y, según los estatus de Acción Nacional, estaban impedidos para hacerlo.

El resolutivo se hizo con un cálculo matemático para impedir que el equipo de Yunes no pudiera acudir al Tribunal Federal, que ya había fallado en contra de darle voto a esos nuevos panistas.

Dicho por el mismo Bingen Rementería, fue ese grupo de nuevos militantes los que cerraron la elección interna, pues en el resto de las casillas perdió, pero en la de los cachirules recibió a favor 258 contra 10 de Miguel Ángel.

Es inexplicable la ayudadita que el Tribunal Electoral Estatal le dio al joven precandidato, a menos de que una mano negra hubiera intervenido, por el solo interés de tener un rival a modo en las próximas elecciones.

Bien lo decían los morenistas, que iban por todo a arrebatar la joya de la corona que era Veracruz, aunque nunca mencionaron que el método sería poniendo al contrincante más débil.

¿Quién sabe qué pasará en las próximas horas? Lo que es cierto es que llueve o truene, Bingen quizás no sabía que le echaron la mano, pero ahora, debe estar conciente que todos los astros color marrón estaban alineados a su favor el pasado domingo. Twitter: @rodrigo_dector